martes, 22 de septiembre de 2015

Cazadores






La mañana es clara en el Serengueti y una brisa tranquila recorre la inmensidad de la sabana. Allí todo se ha vuelto  un premeditado silencio para que puedan observarse. Al acecho, ambos esperan obtener su recompensa. 
El fotógrafo de pie, inmóvil, parapetado tras el enorme zoom, sueña con hacer la foto perfecta. Por su parte, el joven león agazapado, ha centrado su mirada en la lente del fotógrafo. Ambos se estudian cautelosamente. Calculan la distancia. Ninguno de los dos quiere fallar. Los segundos transcurren pesadamente antes  que hombre y fiera se decidan y es que la espera, forma parte de un ritual. Los dioses finalmente se pronuncian: todo saldrá bien. Entonces, el tiempo se detiene. Es la señal. En perfecta sincronía, el clic de la cámara de fotos y el afilado zarpazo, rompen la quietud y se cruzan en el aire. Todo sucede al unísono, en el justo instante de las recompensas.


Relato ganador del II Concurso Purorrelato convocado por de Casa África en Julio 2014 y al que se presentaron microrrelatos de 17 países escritos en portugués, francés y castellano.
Para leer la publicación completa, pulse aquí



2 comentarios:

  1. ¡De mis microrrelatos favoritos! Sin duda, contiene todos los elementos que caracterizan a un gran microrrelato. En pocas palabras nos trasladas a un escenario perfectamente descrito y además añades ese factor sorpresa que a todo lector le encanta. Muy merecedor del primero premio y para mí, el perfecto ejemplo de cómo cautivar al lector en menos de 1.000 palabras. No me canso de leerlo. Enhorabuena!

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  2. Y yo no me canso de agradecerte por tu gentileza de pasar y dejarme tu comentario. ¡Un abrazo enorme para ti!

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