jueves, 21 de abril de 2022

Centuria. Cien breves novelas-río

Todo lo excelso es tan difícil como raro.
BARUCH SPINOZA


     Escrita por el milanés Giorgio Manganelli y publicada por Anagrama en el año 2011, como parte de la colección Otra vuelta de tuerca, se trata de una obra que pertenece por derecho propio a la élite de los libros innovadores. De altísima calidad literaria, constituye un ejercicio de sabiduría desde la primera hasta la última página. No exagero. 

    Esta obra se compone, efectivamente, de cien novelas completas a las que el autor ha ido cincelado, hasta dejarles solo la esencia. Son novelas «a las que se le ha extraído el aire», en el decir del propio Manganelli. Cada una ocupa un folio. Espacio suficiente para abordar temas como el amor, la muerte, las relaciones interpersonales, pasando por bestiarios fantásticos y aventuras, en lo que parecería ser un divertimento, pero que está lejos de serlo. 

    Escritas con una prosa espléndida, estas cien historias atemporales escapan de todo lo lógico y lo evidente. Eventos rutinarios quedan desprovistos de racionalidad para colocarnos frente a frente con unicornios que esperan en la parada del autobús, asesinos y ladrones que nunca lo fueron, estatuas insatisfechas, amantes que no se conocen, un hombre que usa ilegalmente los sueños ajenos, fantasmas aburridos, molestos vecinos inexistentes, cazadores, prisioneros, escritores, caballeros, emperadores, bandidos, hadas, ángeles o piratas. Con toda esta pléyade podemos compartir momentos oníricos, ingeniosos, muy divertidos y en ningún caso banales. 

    Contando en todo momento con la complicidad del lector, Manganelli le da la vuelta a lo convencional y construye mundos imposibles y carentes de sentido. Aun así, consigue conmovernos y contarnos algo nuevo sobre nosotros mismos y lo hace con una mirada profunda, inteligente y totalmente original. Cada historia suya nos enseña y nos deleita, desde la sorpresa. Es como si una breve ola gigante nos atrapara, nos arremolinara, nos arrastrara al fondo, para luego alzarnos y lanzarnos contra el arrecife. Y ahí nos quedamos, empapados, sangrando adoloridos y a la vez sonrientes, con los ojos anclados a sus páginas y repitiéndonos al concluir cada relato: lo ha vuelto a hacer.

    No por casualidad el propio Italo Calvino dijo en una ocasión refiriéndose a este autor: «la literatura italiana tiene un escritor que no se parece a ningún otro, inconfundible en cada una de sus frases, un inventor irresistible e inagotable en sus juegos con el lenguaje y las ideas». 

    En cualquier caso, Centuria. Cien breves novelas-río es mucho más que puro virtuosismo narrativo. Es la fiesta de la imaginación y la fantasía. Es el ofrecimiento de cien motivos para experimentar y celebrar la magia del lenguaje. Es un imprescindible para los amantes de la narrativa breve y un regalo para todo aquel que, sin serlo, se aventure a la experiencia que supone sumergirse entre sus páginas. 

    Y para aquellos que piensan que exagero, un último comentario: ¡leedlo! Vale la pena. Es más, me atreveré a decir lo que os pasará: Manganelli os tomará de la mano, os llevará a la cima del acantilado, os hará saltar y mucho antes de que hayáis tocado fondo, ya os habrá convencido de que se puede respirar debajo del agua. Y es que, llevando este libro extraordinario como escafandra, se puede. Claro que se puede. No exagero.



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